EL ACCIONAR DE LA FE

Fecha

MARZO 25, 2024

Autor

PASTOR MANZO

La fe genuina, es aquella que no sólo tiene el potencial de crear milagros, sino que en efecto activa el poder de Dios. Lo interesante de esto, es que en la gran mayoría de los casos, el milagro ocurre cuando éste más se necesita. 

 Los ejemplos bíblicos de fe, registrados en la Palabra de Dios, muestran que la fe en cierta forma se asocia con un misterio. Este es uno de los temas más difíciles de interpretar correctamente y de confundir. Esa podría considerarse la razón por la cual la gente en realidad no la tiene, y cuando la tiene no hace un buen uso de ella, y en ese proceder se privan de recibir el milagro que necesitan. 

La fe genuina entre otras cosas, genera un accionar que va más allá de la lógica o de la comprensión humana. Es suceso que opera es tan grande, que la mente humana no puede concebirlo. Por esa sencilla razón, es que algunos no logran ver milagros y sucesos sobresalientes en sus vidas, porque antes de creer lo que esperan, primeramente quieren comprenderlo o que vaya de acuerdo a la capacidad de su razonamiento y eso no es así.

Noé por ejemplo, tuvo un accionar en el que la gente de aquél entonces lo consideraba loco, porque lo que la fe le había incitado a hacer, era algo fuera de lo común u ordinario. Esa es precisamente la función de la fe operando en el corazón humano, cuyo accionar lleva más allá de lo ordinario.

La fe, lo mueve a uno o lo incita para obedecer a Dios. No causa una desobediencia y ni siquiera origina dudas o preguntas. Porque cuando Dios habla, eso la fe lo considera suficiente e importante para actuar, a fin de poder ver lo que no se veía. Alguien lo presentó de la siguiente manera: “La fe cree lo increíble, ve lo invisible y realiza lo imposible.” En otras palabras, si hay algo imposible que anhela verse convertido en realidad, debe cultivarse la fe.

La fe tiene un vínculo con la Palabra de Dios. Se hizo evidente en el comienzo de la creación de todas las cosas, y sigue siendo un vínculo importante de crecimiento.

Noé no sólo hizo lo que Dios le dijo, pero fue hecho heredero de Él, por causa de la justicia que es por la fe. Eso es mucho mejor.